El mundo necesita más ayuda para contener la crisis de COVID-19. Debido a su diseño intuitivo, los ventiladores con casco podrían aliviar la escasez. Su configuración simplista permite que un mayor número de personal médico opere la tecnología, reasignando parte de la presión ejercida sobre ciertos miembros del personal entrenado.
La pandemia ha sido implacable en los sistemas de salud de todo el mundo, ya que las naciones están luchando por contener las consecuencias del virus del SARS-CoV-2. Paralelamente, el mundo se apresura a construir más ventiladores, que son esenciales para los pacientes COVID-19 críticamente enfermos con problemas respiratorios. Sin embargo, la escasez de personal capacitado plantea la pregunta: ¿habrá suficientes profesionales médicos para operarlos? Los ventiladores con casco podrían ayudar a aliviar el problema, ya que su configuración simplista permite que sean operados por una gama más amplia de personal.
La escasez de personal médico capacitado ha obligado a los gobiernos a considerar alternativas para mitigar la crisis. Algunos países han recurrido al apoyo de otros Estados. La República de Cuba ha desplegado más de 200 médicos para ayudar a Sudáfrica en las provincias de COVID-19. El Senado de los Estados Unidos ha presentado un nuevo proyecto de ley que, una vez aprobado, proporcionaría visados a unos 40.000 médicos y enfermeras extranjeros. La actual crisis sanitaria ha animado incluso a algunas universidades a abrir una licenciatura de medicina para dotar de mejor personal a la zona circundante con futuros profesionales.
En cuanto a los respiradores, esenciales para el tratamiento de casos graves del virus, la situación se vuelve particularmente preocupante. Los pacientes sólo pueden ser intubados por médicos u otro personal médico, específicamente capacitado para realizar el procedimiento. Sin la cantidad suficiente de trabajadores sanitarios experimentados, los pacientes que necesiten apoyo con respiradores no podrán recibir el tratamiento necesario. Los ventiladores basados en casco (VHB) podrían ayudar a aliviar la presión ejercida sobre el sistema, ya que su diseño simplista amplía la gama de personal médico que podría utilizar la tecnología para los pacientes que luchan contra el coronavirus.
"La inmensa presión ha afectado definitivamente a todos los profesionales de la salud, trabajando día y noche para reducir la gravedad de la situación", dijo Aurika Savickaitė, MSN, APN. "Algunos procedimientos, necesarios para tratar a los pacientes con coronavirus, requieren una formación específica, que no todo el personal médico disponible en las instalaciones puede poseer. El uso de ventiladores con casco podría ayudar a distribuir mejor las tareas entre el personal del hospital, ya que su diseño intuitivo no requiere un conjunto tan intrincado de habilidades como la intubación. Esto nos daría una mayor oportunidad de mantener la integridad del sistema de salud y evitar que se colapse".
La utilización de la tecnología del VHB también podría reducir el número de pacientes que necesitan ventilación invasiva. Los pacientes intubados son más propensos a sufrir consecuencias graves, que afectan en gran medida a la calidad de vida después del virus. La gran mayoría nunca se recupera del todo, y los que lo hacen a menudo necesitan volver a aprender las habilidades motoras básicas, como caminar y tragar. Hasta ahora, el uso del capuchón de la VNI ayudó a evitar la intubación en el 20% de los pacientes con COVID-19.
"La introducción del ventilador con casco como un paso adicional antes de recurrir a la intubación daría a las personas una mayor oportunidad de volver a su vida normal después de vencer al virus", dice la Sra. Aurika Savickaitė. "Además, no requiere que el paciente esté muy sedado, lo que ayuda a ahorrar la ya escasa reserva de sedantes".
Además de hacer menos daño al paciente que el ventilador mecánico, la producción del VHB es mucho más rentable. Su diseño consiste en piezas fácilmente obtenibles, por lo que se pueden producir cascos incluso en condiciones domésticas. Las personas que apoyan la iniciativa del VHB se han unido en el grupo "Proyecto de fabricación de cascos para combatir el COVID-19", documentando el proceso de fabricación y compartiendo sus ideas sobre cómo puede mejorarse. Dado que el "casco burbuja" no requiere ser un equipo de alta tecnología o complejo, podría reforzar el esfuerzo de alivio de la pandemia en los países emergentes, que luchan por suministrar a sus hospitales los ventiladores que tanto necesitan.
La iniciativa basada en el casco está dirigida por un grupo de profesionales médicos, que tratan de introducir la tecnología en todos los trabajadores de primera línea que luchan contra el virus. El equipo ha lanzado un sitio web helmet-basedventilation.com, en el que los profesionales de la salud, los posibles fabricantes y los inversores pueden acceder a todos los conocimientos sobre el VHB y utilizar la información para apoyar mejor el esfuerzo mundial de respuesta a COVID-19.
www.helmetbasedventilation.com
