Más de un cuarto de la fuerza de trabajo de las pequeñas empresas europeas se trasladaría a una empresa mejor equipada para el trabajo a distancia.
Según un nuevo estudio de Ricoh Europa, un gran número de pequeñas empresas aún no están adecuadamente equipadas con tecnologías de trabajo a distancia: la probabilidad de que las pequeñas empresas europeas pierdan empleados debido a la frustración por los requisitos técnicos para el trabajo a distancia es un 42% mayor que en las grandes empresas.
Si bien las pequeñas empresas se están recuperando actualmente de los efectos de la pandemia de coronavirus, los empleados esperan cada vez más de sus empleadores que ofrezcan conceptos de trabajo modernos y flexibles. El nuevo estudio de Ricoh, en el que se encuestó a 1.300 oficinistas de toda Europa, muestra que casi un tercio (27%) de los encuestados de las pequeñas empresas europeas están considerando la posibilidad de cambiar de trabajo.
Otras conclusiones clave del estudio:
Más de dos tercios (69%) de los encuestados dijeron que tenían las habilidades necesarias para el trabajo a distancia.
Sin embargo, casi un tercio (29%) de los encuestados también dijo que las cuestiones de comunicación y tecnología les dificultaban mantenerse motivados y ocupados en la oficina en el hogar.
Además, casi una cuarta parte (22%) de los encuestados dijeron que se sentían menos productivos debido a estas limitaciones.
Casi la mitad (48%) de los encuestados informaron de que dependían de su equipo técnico privado para trabajar desde su oficina en casa porque su empresa no les proporcionaba el equipo que necesitaban.
Estos déficits técnicos no sólo suponen un riesgo para la retención del talento. Lo que es preocupante es que en este momento en que el crecimiento es crítico, una cuarta parte de los encuestados informan que no tienen los recursos para lograr los mejores resultados para los clientes o para comunicarse eficazmente con su equipo desde la oficina central.
A pesar de los problemas asociados con el teletrabajo, los empleados de las pequeñas empresas no volverán completamente a sus oficinas en un futuro próximo. Cuando se les preguntó sobre las futuras políticas para el trabajo a distancia en su empresa, el 41% de los encuestados dijeron que creen que su empleador les permitirá trabajar a distancia para finales de 2020. Más de un tercio (34%) de los encuestados pensó que posiblemente podría continuar indefinidamente.
Pero los empleados de las pequeñas empresas esperan más que eso de sus empleadores. Dos tercios (66%) esperan conservar la flexibilidad que obtuvieron durante el encierro. Más de la mitad (55%) confía en que su empresa invertirá en tecnología que satisfaga los futuros requisitos del trabajo. Hacer que las oficinas sean más seguras es uno de esos requisitos. El 40 por ciento de los trabajadores encuestados dijeron que les preocuparía volver a trabajar si no se tomaban medidas de seguridad adicionales, como dispositivos de medición de la temperatura o equipos de oficina sin contacto.
David Mills, Director General de Ricoh Europa, dice: "Puede que las pequeñas empresas ya hayan tenido la transformación digital en su agenda, pero ahora no tienen tiempo que perder. Sin tecnologías que permitan a los empleados trabajar de forma fácil y segura desde cualquier lugar, las empresas corren el riesgo de perder sus mentes más brillantes. Las organizaciones están impulsadas por las habilidades y la calidad de su fuerza de trabajo - perderlas frente a la competencia a menudo significa perder clientes. Por lo tanto, las viejas formas de trabajo ya no deben ser la norma. El "arreglárselas" con un equipo pobre y procesos atrasados no es suficiente para las empresas. Los próximos pasos de las pequeñas empresas determinarán la forma en que pueden superar los problemas y preparar el camino para el éxito futuro".
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