CSEM anuncia los primeros módulos solares blancos jamás creados. Esta innovadora tecnología es particularmente atractiva para la industria de la construcción, en la que los elementos PV se pueden integrar dentro de la superficie del edificio y convertirse de forma virtual en fuentes de energía ocultas. Se espera además las aplicaciones dentro del sector de los artículos de consumo.
Actualmente, el mercado carece de productos fotovoltáicos (PV) diseñados específicamente para integrarse en los edificios. La mayor parte de los módulos PV, construidos para maximizar la absorción de la luz solar, presentan un color azul-negro. Su aspecto, teniendo en cuenta las células y conexiones, es visualmente no estético y complica la aceptación de los PV dentro del entorno de la construcción.
Durante décadas, los arquitectos han demandado nuevas soluciones para personalizar los elementos PV de color para hacer que se integrasen dentro de la fachada del edificio. El color blanco atrae un interés concreto, ya que es usado ampliamente por su elegancia, versatilidad e imagen novedosa. Pese a la demanda, nadie ha podido conseguir un modulo solar en color blanco auténtico; la percepción natural es de que es imposible, ya que la mayor parte de la luz se refleja.
CSEM ha desarrollado una nueva tecnología para crear y hacer realidad los módulos solares blancos con células invisibles y conexiones. Combina una tecnología de célula solar capaz de convertir la luz solar infrarroja en electricidad y un filtro selectivo que dispersa todo el espectro visible al tiempo que transmite luz infrarroja. Cualquier tecnología PV basada en silicio cristalino se puede usar para fabricar módulos solares blancos y coloreados.
La tecnología se puede aplicar encima del modulo existente o integrarse en un nuevo modulo durante el montaje, en superficies planas o curvas; al lado de su principal aplicación en BIPV, otros campos como electrónica de consumo (ordenadores portátiles) e industria de automoción también están abiertas a ello.
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