Por Dimitri Van Gaever
La impresión digital de libros, una de las principales tendencias del sector editorial, ha ido ganando cuota de volumen a la impresión offset en los últimos años.
Racionalizar las cadenas de suministro y reducir costes es una de las prioridades de casi todas las industrias, y el sector editorial no es una excepción. A medida que el mercado de la impresión de libros se orienta hacia tiradas más cortas, se cuestionan y transforman los modelos tradicionales de impresión, almacenamiento y distribución. La impresión digital de libros (con aplicaciones tanto de inyección de tinta como de tóner), una de las principales tendencias, ha ido ganando cuota de volumen a la impresión offset.
Del offset a la impresión digital de libros
Tras analizar el crecimiento de la impresión digital en términos de títulos en los últimos años, Smithers Pira predice que el 13,7% de todos los títulos se imprimirán digitalmente en 2020, lo que representará el 47,8% del valor del mercado. En términos de ingresos, la consultora confía en que los libros impresos digitalmente representen casi la mitad de los ingresos totales de las editoriales, ya que la impresión digital permite a las editoriales tomar el pulso al mercado y ajustar su estrategia a las demandas cambiantes, lo que significa que casi todos los libros impresos digitalmente se venden.
Impresión de libros bajo demanda
La impresión offset tradicional implica que las editoriales tienen que encargar miles de ejemplares a la vez si quieren reducir el coste por unidad. Además, es un modelo de impresión que deja a los editores sin saber cómo funcionará un título y, por tanto, corren el riesgo de acabar con montones de ejemplares sin vender en el almacén durante años. Con la transición del mercado de impresión de libros hacia tiradas más cortas, no es de extrañar que cada vez más editoriales recurran a la impresión bajo demanda (POD).
La impresión bajo demanda es una tecnología de impresión digital que sólo imprime el número exacto de libros solicitados. Aunque no es rentable para gestionar pedidos masivos, la impresión bajo demanda es perfectamente capaz de imprimir tan solo un libro y seguir siendo rentable para la editorial. Cuanto menores sean las unidades de impresión, más asequible será el tóner digital.
La impresión bajo demanda es el medio ideal de una editorial no sólo para resolver los problemas de inventario y la creciente demanda de tiradas cortas, sino también para distribuir libros mucho más rápidamente e incluso desarrollar nuevas fuentes de ingresos.
Vender libros sin inventario
Los editores que imprimen bajo demanda ya no tienen que prever la demanda, ni exigir a los almacenes un exceso de existencias de libros en un intento de rebajar el precio por unidad. Gracias a la impresión digital, el modelo de inventario cero se convierte en una realidad. Es más, algunos expertos del sector prevén incluso que el POD se generalice en la industria para grandes pedidos a partir de 2020, ya que la tecnología digital sigue evolucionando a un ritmo vertiginoso.
Aprovechar la actualidad
El POD también ofrece la oportunidad de reimprimir títulos descatalogados que cuentan con pocos seguidores y de aprovechar la actualidad (por ejemplo, el fallecimiento de un autor) lo antes posible para pasar a la impresión offset cuando los pedidos alcanzan su punto álgido.
Distribuir e imprimir
Los millennials saben lo que quieren, y lo quieren para ayer. A diferencia de la impresión offset, que puede tardar hasta un mes en enviar un título al extranjero, el POD permite a las editoriales adoptar un modelo de impresión descentralizado: se encarga un libro, se envía el archivo del libro a un socio de impresión situado donde se produce la demanda, el libro se imprime inmediatamente y se envía directamente a la puerta del destinatario.
Impresión digital en color con calidad offset
Aunque los editores suelen estar de acuerdo en que la calidad de la impresión bajo demanda es casi indistinguible de la del offset cuando se trata de obras autoeditadas y del libro medio en blanco y negro, algunos argumentan que si un libro tiene imágenes o fotos en color de alta calidad, el POD se queda corto. Sin embargo, no reconocen los importantes avances que la tecnología de impresión digital en color ha realizado en los últimos años. Las suites de producción de libros de Xeikon, por ejemplo, aunque todavía no son rentables para libros vendidos en una categoría de precio inferior, son ideales para imprimir tiradas cortas de libros en color de alta calidad en categorías de lujo, incluidos libros de mesa de café de gran formato.
¿Está pensando en pasarse a la impresión digital de libros?
En los últimos años, muchos de los principales impresores de libros europeos han invertido en impresión digital. Como están empezando a entrar en el mercado nuevas unidades de impresión digital de gama básica, se espera que los impresores más pequeños también den pronto el salto.
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